Luchando como un leopardo
Me llamo Jordi Ferrés y tengo 28 años. A los 25 decidí marcharme a vivir a Inglaterra y trabajar como voluntario en la asociación The Cat Survival Trust. Está situada en el pequeño pueblo de Welwyn, a unos 30 kilómetros del centro de Londres.
Este artículo pretende realzar la labor totalmente altruista y el esfuerzo titánico, que el reducido grupo de gente de la asociación The Cat Survival Trust está ejerciendo en Inglaterra.
¿QUIÉNES SON Y QUÉ HACEN?
Un doctor homeópata inglés llamado Terry Moore, fundó en el año 1976 la anteriormente citada asociación, convirtiéndola hoy en la única en Europa que se hace cargo de felinos salvajes sin hogar. Los felinos pueden llegar de cualquier lugar del mundo, generalmente de Europa, con historias de todo tipo a sus espaldas, algunas innombrables.
En el centro viven cerca de 50 felinos salvajes de unas 10 especies diferentes, juntamente con otro medio centener de gatos domésticos. Estos últimos viven libremente a sus anchas en un inmenso terreno que no se acaban. Sin embargo, los felinos salvajes viven en jaulas provistas de una parte interior de refugio y otra de exterior. Entre los animales residentes del centro hay, por continentes de origen: Asia: 8 leopardos de las nieves, 1 gato pescador, 2 gatos de Bengala y 3 gatos de la jungla. Europa: 4 linces europeos, 1 lince escandinavo (blanco en invierno y marrón en verano) y 5 gatos monteses de Escocia. América: 8 linces canadienses (Bobcat), 2 ocelotes y 7 gatos de mato de Sudamérica. África: 4 caracales africanos y un serval.
La mano de obra para sacar el centro adelante está compuesta únicamente por voluntarios, que llegan desde cualquier lugar del mundo, como en mi caso.
RECAUDANDO FONDOS
Como toda asociación sin ánimo de lucro, sobreviven a base de cuotas de socios y donaciones particulares, añadiéndole una pequeña tienda de comida para animales. Los apadrinamientos de los felinos también suponen una buena fuente de ingresos, pero la mejor de ellas sucede en Londres. Con permisos especiales, esta asociación recauda importantes sumas de libras esterlinas en los pasillos del metro de esta ciudad, gracias a la generosidad de mucha gente.
PROYECTOS
Uno de los proyectos más importantes que se lleva a cabo en el centro es el programa de cría de leopardos de las nieves. Ésta, es una especie seriamente amenazada a causa de los furtivos y de la medicina china, que están haciendo estragos en su población y la están llevando a su extinción. Se estima que solo quedan entre 3.500 y 7.000 viviendo en libertad, con poblaciones casi ridículas en algunos países, como los 50 en Uzbekistán o los 100 en Bhután. En Afganistán, su número es desconocido, y más aún hoy en día por las muertes de muchos de ellos por bombas perdidas durante la guerra con los Estados Unidos. Nadie está a salvo. Alrededor de 600 y/o 700 viven en zoos o centros de acogida. El programa de cría de estos felinos ha estado dando sus frutos, donde una pareja, sin consanguinidad, se reproduce exitosamente, inconscientes de que su papel en el centro podría salvar a su especie en el futuro. Cuatro cachorros han nacido en los últimos 5 años. Esto es un éxito si tenemos en cuenta que estos felinos solo se reproducen cada dos años y, raramente, sacan más de dos cachorros adelante.
Otro proyecto entre sus manos es la compra de selva virgen en la provincia de Misiones, Argentina. Está situada al norte del país, en el espacio entre Brasil y Paraguay. Ya poseen casi 4.000 hectáreas, pero su empeño no se paró en ese número. La compra de hábitat natural, parece ser una de las mejores maneras para hacer frente a las continuas agresiones al medio, ya sea a animales o a su medio.
MI EXPERIENCIA
En este centro pasé algo más de un año y medio, conviviendo con los más de 90 felinos. En este tipo de centros donde el trabajo se acumula y no hay dinero suficiente, no pueden pagar un sueldo ni aunque quisieran. Como voluntario a jornada completa, me compraban la comida semanal y me dejaron una pequeña caravana para vivir. No era ni muy grande ni muy lujosa, pero era mi casa. Quizás el lujo más grande era tener, a tan solo 3 metros de mi caravana, una jaula con una familia de leopardos de las nieves, a los que observaba desde la ventana de mi caravana horas y horas. Observaba sus juegos, sus peleas, sus mimos, sus siestas, el animal salvaje que llevan dentro y un sinfín de anécdotas de gatos. Por la parte de delante tenía los 2 gatos de Bengala y al resto de felinos. De hecho, mi caravana estaba rodeada por todas las jaulas, así que era un privilegio más que un placer. Casualmente era la única, porque el resto estaban todas juntas, al otro lado del terreno, lo que me hacía sentir aún más afortunado. Como todas las cosas, hay momentos malos o no tan buenos, como por ejemplo pasar la noche a pocos metros de un leopardo hembra en celo, poco recomendable si aspiras a conciliar el sueño. Cuando no eran los leopardos, quizás era el serval, o los caracales...
Mi trabajo era de cuidador de los animales, juntamente con otro compañero inglés, también voluntario. La rutina con los animales consistía en su limpieza, su alimentación y las mejoras constantes en sus jaulas. Durante mi estancia vi nacer a varios cachorros, algunos lo consiguieron y otros no. Era la euforia y la desolación. También la edad pasó factura a un par de ellos, mientras que otros tantos llegaron para pasar el resto de su vida en un lugar donde nadie les hará sufrir o maltratará. No disfrutan de la libertad pero vivirán tranquilos, sin falta de nada, durante el resto de sus vidas.
REFLEXIÓN
Aunque obviamente disfruté de mi experiencia con todos aquellos animales, no todos los momentos fueron alegres. A veces, no era fácil dejar de pensar en las circunstancias que les habían llevado a una situación como esta. Según que días, me preguntaba que estarían pensando aquellos gatos tan grandes. Es horrible ver a través de una alambrada como el alma de un animal se desvanece de incomprensión. Sus instintos intactos le advierten de que alguna cosa no funciona. "¡El cielo no debería ser a cuadritos!", piensan aquellos felinos cuando alzan la cabeza para mirar al cielo. Es la muerte lenta de una alma como la nuestra, que sufre y llora de pena y rabia. La angustiosa espera de una porción de carne, la misma horrible pesadilla un día tras otro, obligados a depender de una mano humana, idéntica a la misma que les metió allí dentro. Horas y horas de observación en una jaula pequeña y obsoleta antes de construirse, la observación del disparate humano y su locura de poder y destrucción. Miradas perdidas, comportamientos atípicos, abismos insalvables de una vida sin sentido, de presión absoluta, la histeria de caminar sobre sus propios pasos una y otra vez, reseguir aquella pared, mañana, tarde y noche. Son animales privados de su libertad por el hecho de poseerlos, asesinados por nacer con un bonito pelaje o simplemente por el placer de matar; la cobardía del hombre detrás de un arma.
Miradas profundas en pupilas alargadas cuentan la triste historia. Una historia que pide su final a gritos desesperados. El abuso en el mundo animal es un cáncer lento para nuestra sociedad. Por cada especie que desaparece, damos un paso adelante hacia nuestra propia extinción.
Con otra mirada a esa pupila, puedes sentir la fuerza y el poder de un animal salvaje, el sonido de su sangre corriendo por sus venas, el deseo casi imposible de volver a ser libre.
The Cat Survival Trust
Codicote Road - The Center
AL6 9TU Welwyn - Herts
England
Phone: +44 1438716478
www.catsurvivaltrust.org