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Revista "Gatos" agost 2009

Las vacaciones del gato

No es que haya muchas opciones para un gato cuando llegan sus "vacaciones", que también son las nuestras. Por lo general hay cuatro opciones: una guardería-refugio, nos los llevamos con nosotros, una casa de conocidos o nuestra propia casa, obviamente, vacía. La más común, generalmente, es esta última, porque siempre hay que actuar como sea mejor para los gatos, no para nosotros. Y esta es la que suelen elegir.

1.- GUARDERÍA-REFUGIO
Si lo llevamos a una guardería-refugio le puede costar mucho adaptarse a un nuevo lugar, siendo forzado a pasar situaciones de estrés que no le sirven para nada. Si en un entorno familiar se pueden sentir desvalidos. Allí verá a otros gatos en una situación parecida y el ambiente puede ser bastante tenso y enrarecido. Puede experimentar bajadas de defensas y enfermar. A parte, muchos de ellos experimentarán una sensación de abandono. Es posible que al ir a buscar a nuestro gato recogieramos una piltrafa. Pero es posible que a algunos gatos no les afecte ir a un lugar de estos, pero para mí sería la última opción con una gran diferencia. Esta opción es de pago.

2.- LO LLEVAMOS CON NOSOTROS
Llevarlo con nosotros es la mejor opción si allí donde vamos es un lugar bajo control como nuestra casa, y el gato está conforme. Podría ser la casa de campo o apartamento de playa que el gato ya conoce. A muchos gatos les encanta irse a la casa de verano, a otros no les gusta nada. Para los que no les guste, para aquellos para los que es un suplicio ir y pasar casi todas las vacaciones escondido o estresado, mejor quedarse en nuestra casa. Esta opción es gratuita.

3.- CASA DE UN FAMILIAR O CONOCIDO
Algunas personas llevan a su gato, puntualmente o no, a casa de algún familiar o conocido, a pasar la tarde o un fin de semana. Conocen esa casa y su gente. Puede ser una opción llevar al gato a pasar sus "vacaciones" allí, de este modo está acompañado todos los días. Incluso puede que allí haya otros gatos o animales que pueden hacer sus días allí un poco más distraídos. Esta opción es gratuita.

4.- SE QUEDA EN CASA
Si decidimos dejar el gato en casa, es primordial tener un acuerdo con alguien para que visite a nuestro gato, por lo menos cada dos o tres días, para ponerle comida y agua y limpiarle el arenero. Además, dentro de este acuerdo, está la cláusula de quedarse un rato en casa y estar con el gato, aunque este sea arisco y no se deje ver ni tocar. Estar un rato en la casa hace al gato sentirse mejor, se deje tocar o no. Entrar y hacer el trabajo en cinco minutos y marcharse es un poco deprimente. Si quien visita a nuestro gato se queda un rato, mira un poco la tele en el sofá y sale un rato al balcón, nuestro gato lo agradecerá. Necesitan su ración de mimos y los que se dejen, estarán encantados de que alguien les haga sentir bien, al menos durante un rato. Esta opción es gratuita.

TERAPIA POSVACACIONAL
Al marcharnos de vacaciones, estas ausencias largas pueden afectar al carácter del gato durante algún tiempo después de nuestro regreso. Hay que entender que no le ha gustado nada quedarse solo en casa durante días y días y semanas. Esto no significa que no podamos marcharnos de vacaciones, solo que tenemos que ser conscientes de que nuestra ausencia debe ser recompensada, y no precisamente con comida. Los primeros días a nuestra vuelta deben ser por y para el gato, que sienta que nosotros también le hemos echado de menos, y que sentimos nuestra ausencia.

De alguna manera le estamos pidiendo perdón, y él se irá dando cuenta de nuestro esfuerzo. No importa que el gato proteste o no a nuestra llegada (indiferencia, meaditas...), nosotros haremos igualmente la terapia posvacacional. Es importante el tiempo que vamos a pasar fuera, ya que no es lo mismo marcharse dos semanas, que un mes o que tres meses. Tanto el cambio en nuestro gato como el trabajo que hacer a la vuelta de vacaciones con él, suele ser proporcional al tiempo que pasamos fuera. No sería de extrañar que se hiciera pis fuera de lugar algunas veces, o que no quisiera aceptar mimos o no todos, que estuviera más excitado de la cuenta, que le diera por maullar mucho y muy fuerte... Sabemos que durante unos días puede hacer cosas fuera de lo normal para darnos el mensaje. Pero no debería durar mucho.