Educador de Gatos

CAT   ESP

Revista "Gatos" julio 2009

¿El animal imposible?

Con estas líneas no pretendo dar ninguna solución a ningún caso sobre comportamiento felino, solo deseo dar a entender que los gatos no son unos seres incomprensibles y extraños. Que hay que entender que todos somos diferentes aunque vayamos todos a los mismos sitios. Los gatos no piensan ni actúan como los perros, ni los perros como humanos ni como las jirafas ni los mosquitos. Un gato es un gato y hay que hacerse el cargo de ello. Ellos tienen unas necesidades que hay que satisfacer en la medida que sea posible para convivir mejor con ellos. Esta es la mejor actitud para el éxito con los felinos.

Es difícil de entender como alguien puede decir que algún gato no tiene remedio, solo por el hecho de presentar ciertas pautas de comportamiento. ¿Por qué no pueden tener remedio? ¿Cómo se puede hacer una afirmación así? ¿En qué nos basamos? ¿Por qué, teniendo ese poder, esta gente no juega a la lotería?

Decir que es imposible cambiar el comportamiento de un gato es una respuesta demasiado fácil. Esa respuesta la podemos dar todos, no hace falta ser un experto en el tema. Lo grave es que esta opinión viene respaldada por mucha gente, algunos profesionales, y ayudada por la inercia de lo que se ha dicho toda la vida y por la poca información e investigación fidedigna que hay sobre gatos domésticos.

Un gato no es ni más ni menos que un animal más, que dentro de su complicación, es tratable en todos sus aspectos. Luego se tendrá éxito o no, pero la solución está ahí para quien sepa verla. Simplemente, no puede ser que, por poner un ejemplo, un gato arisco no pueda ser cariñoso con el tiempo, o que dos gatos que se pelean puedan llegar a ser amigos o al menos convivir, o que deje de arañarnos a lo bestia cuando juega con nosotros.

El peor problema de los gatos, el que quizás es su problema más intratable, somos nosotros y esas creencias que nunca nos hemos planteado. El problema es que mucha gente que ha tenido problemas con sus gatos, mal aconsejada, se ha deshecho del problema a la brava. Sintiéndolo mucho, se han despojado de su gato y allí quedó el asunto. De esta manera, nadie puede saber si ese gato hubiera tenido una oportunidad. Y luego la historia se contará como que un día alguien tuvo un gato y se deshizo de él porque no tenía remedio. ¿Cómo lo sabían? Porque el animal no gozó de mucho tiempo ni paciencia por parte nuestra seguramente, ni de unas buenas pautas tan necesarias para guiarle en su confusión.

Generalmente hacemos las cosas mal, no sabemos cómo proceder y cometemos errores que nos llevan al gran problema. Intentamos dar una educación humana a un gato y eso no funciona. Hay que tratarlo como lo que es, un felino que tiene unas necesidades y que responde a ciertos estímulos, que ve el mundo de cierta manera y que la mejor solución es encaminar nuestros pasos en esa dirección, su dirección. Los gatos pueden necesitar comprobar las cosas una y mil veces para estar seguros de ello, así que paciencia.

Quizás nuestros gatos parecen rebeldes porque no sabemos llegar hasta ellos. Solemos perder los nervios y empezamos a equivocarnos. Creemos que la manera con la que aprendimos nosotros le va a ser muy útil, pero ni de lejos, ni siquiera la ley de la bofetada (qué gran error). No responden a órdenes, ni a la dominancia, ni al castigo, ni a la humillación, ni a los gritos, ni a las agresiones ni a nada que implique agachar la cabeza. Necesitan ver las cosas a su manera para poder asimilar lo que les está pasando. No soportan ser alguien de segunda clase en su propia casa, y así se sienten muy a menudo, sobre todo cuando empezamos a enfadarnos con ellos porque empiezan a hacer cosas que no nos gustan.

Cuando un gato tiene problemas, antes de tomar una decisión precipitada, lo mejor es contactar con alguien que pueda ofrecernos alguna solución, sobre todo antes de cometer algún acto horrible como el abandono o la inyección letal, entre otros. Hay que hacer un poco de cura de humildad, ver dónde nos podemos estar equivocando y actuar lo antes posible. Nosotros decidimos traerlos a casa y nosotros debemos solucionar el problema.